Páginas

jueves, 17 de enero de 2013

Cuando en Cuba te quieren joder No te escapas

"El secuestro de mis derechos" (Testimonio del joven Manuel Robles Villamarin miembro del MCL)

Mi nombre es Manuel Robles Villamarín, soy miembro del Movimiento Cristiano Liberación y recientemente me han expulsado de la en la universidad en la que estudiaba, aunque el instituto diga lo contrario, por ser militante del mencionado movimiento cívico pacífico, que inspirado en el humanismo cristiano, lucha por la libertad y los derechos del pueblo cubano.

Cursé tres años en el Instituto Superior Politécnico "José Antonio Echeverría" en La Habana (Cuba). Estudiaba por el conocido CPT (Curso para Trabajadores) la especialidad: Ingeniería en Telecomunicaciones y Electrónica.

Al concluir mi tercer año de la carrera me quedaron por aprobar algunas de las materias del curso, por lo que tuve la necesidad de solicitar repitencia.

En la Secretaría Docente de la Facultad a la que pertenecía (Facultad de Ingeniería Eléctrica), me informaron que tenía que entregar una carta dirigida al decano de la facultad pidiéndole que me permitiera repetir el tercer año para sacar las asignaturas que me habían quedado pendientes, así como expresarle los motivos por los cuales deseaba continuar mis estudios.

También era requisito entregarle una carta firmada por el Director y el Secretario General del Sindicato del centro laboral al que perteneciera, así como unas planillas que me dieron para que fueran llenadas y acuñadas por los respectivos responsables de la librería y la biblioteca de la universidad, declarando que no tenía conmigo ningún libro que fuera propiedad de la escuela.

El día 5 de septiembre de 2012  hice entrega, en la Secretaría Docente, de todos los documentos necesarios junto con mi carnet de estudiante. Me dijeron que pasara el 21 de septiembre de 2012 por la respuesta de si me permitían o no, continuar mis estudios en el centro. Para entonces aún no estaba la contestación y tuve que esperar hasta el final de este mes para saber la decisión que habían tomado. Durante todo el mes asistí a las clases de las asignaturas que no había aprobado junto al grupo al que pertenecería en caso de que me aprobaran la solicitud. Obviamente aún no aparecía en la lista oficial de asistencia.

Casi al inicio del mes de noviembre de 2012, recibí una llamada telefónica desde la Secretaría Docente de mi antigua facultad. Me pedían que me presentara en ésta para saber la anhelada respuesta. Me mostraron mi expediente académico y el documento que manifestaba la negación de mi derecho a estudiar en la universidad porque había cometido la falta grave de falsificación de documentos…

El día 1 de noviembre de 2012 tuve un encuentro con el Dr. José Ángel Martínez Barbado, Decano de la Facultad de Ingeniería Eléctrica, quien me entregó una citación a comisión disciplinaria para el día 8 del mes de noviembre de 2012 a la 1: 30 p.m. en el decanato. Como responsable de esta comisión estaba la Prof. Yudith González.

El mismo día 1 de noviembre al llegar a mi casa, mi madre muy angustiada, me informó que mi decano y un agente de la Seguridad del Estado Cubano habían ido a su trabajo a verificarme, dado que las cartas que entregué fueron acuñadas en el trabajo de mi madre. Uno de los compañeros de mi madre que estuvo presente ante quienes me investigaban le contó lo sucedido, y le preguntó preocupado a mi mamá en qué yo estaba metido que me habían ido a investigar el DECANO Y LA SEGURIDAD DEL ESTADO. Esto me confirmó por qué no me permitieron continuar mis estudios en la universidad.

El día 8 de noviembre de 2012, me personé para la comisión disciplinaria en la que fui "atendido" por la Prof. Yudith González y una estudiante de mi curso que trabaja en la facultad.

En un ambiente poco privado (en el departamento de la profesora Yudith), nos reunimos nosotros tres y me percaté que había otra persona joven en una computadora, quizás trabajando, y al mismo tiempo enterándose de todo.

La profesora me preguntó qué tenía que expresar de todo esto y le dije que era cierto que la carta que había entregado acuñada por el centro de trabajo de mi madre, no estaba firmada por las personas reales, sino por mí; pero que jamás tuve sentimientos de maldad al hacer eso, sólo deseaba y deseo, continuar mis estudios universitarios para alcanzar mi sueño de ser  ingeniero.

También le expresé algo que ella y todos los profesores del instituto conocen muy bien, le dije que durante años los alumnos de CPT, en su mayoría, al no tener un trabajo estatal, para estar en ese tipo de curso, buscan cartas de los centros de trabajo de sus padres, abuelos, tíos, amigos, etcétera.

Tengo muchos amigos que estudiaron en CPT y todas las cartas que entregaron fueron falsas y ya están graduados, así como conozco un número considerable de actuales compañeros míos  de estudios, que como ponen el requisito de la carta del centro de trabajo, para no abandonar los estudios, buscaron de donde pudieron una carta, un cuño y hasta ellos mismos la firmaron. ¡Jamás fueron verificados como yo! Esto ha sido una tradición durante años en mi universidad y en otras escuelas cubanas supuestamente para trabajadores.

Todo esto es la corrupción que este sistema ha sembrado y en la que quieras o no, participamos los cubanos: certificados médicos falsos, cartas falsas, títulos falsos, exámenes que se pagan, médicos, profesores, profesionales todos, comprados. La causa de esto está en lo mal hechas que están las leyes cubanas y la necesidad que principalmente los profesionales cubanos padecen.

Ante esto la Prof. Yudith González dijo: -Es cierto, pero te tocó a ti.

Como quien dice, el que les preocupa eres tú y no el resto de los estudiantes de CPT.

Al escuchar aquello no me pude contener y le dije que yo sabía por qué me habían analizado a mí, fue cuando le pregunté: -¿Por qué el decano de la facultad se toma el trabajo junto con la Seguridad del Estado de ir al trabajo de mi madre a investigarme? ¿Por qué ellos, el curso pasado, no le dijeron a los estudiantes de mi curso que el Ministerio de Educación Superior (MES) había dictado una nueva resolución, en la que queda bien claro se dice que deja de existir el CPT y ahora es CPE (Curso por Encuentro), a partir de esto, los estudiantes no tenemos que entregar ninguna carta para estar en este curso? De haber sabido esto último no hubiese entregado un documento indebido. Además, si existe esta nueva resolución, por qué me acusan por algo que no da lugar en este caso. Solo quiero estudiar y me están quitando ese derecho.

La Prof. Yudith González me dijo que estaba llevando las cosas por un camino incorrecto y me pidió que dejara por escrito lo que pensara, ella dio una opinión por escrito al igual que la compañera mía de curso. Me dijo que dentro de 15 días el decano debería tener la medida definitiva que tomarían con mi caso y que se tendría en cuenta lo declarado por cada uno de nosotros a la hora de decidir.

Antes de marcharme, la Prof. Yudith intentó hacerme sentir mal por lo del documento falsificado que entregué. Me preguntó: -¿Tú eres cristiano, verdad? Y le dije: -Sí, soy católico. Luego me dijo: -Pobre Dios con eso que tú has hecho. ¡Qué mal testimonio has dado!

Por un segundo me sentí mal, pero la misericordia infinita de Dios me alcanzó rápidamente y le dije: -Yo soy mucho más que esto, y además, "que tire la primera piedra quien esté libre de culpa".

Luego la profesora Yudith González en un tono irónico me preguntó: ¿Tú sabes qué es la justicia?

Y le dije que sí sabía lo que era, se la definí de muchas formas y luego me pregunté a qué venía todo aquello. Hubo algo que me hubiese gustado decirle, pero en ese momento lamentablemente no se me ocurrió: La justicia es todo lo contrario de lo que ustedes han hecho conmigo.

El motivo real por el que tomaron tan drástica medida no lo reconocieron, para ellos falsifiqué  documentos en el proceso de solicitud y otorgamiento de repitencia. El Decano decidió separarme por dos cursos de la Educación Superior. Esto lo supe el 26 de noviembre de 2012.

No es la primera vez que la Seguridad del Estado Cubano se preocupa por mi persona, hace aproximadamente cuatro años cuando me eligieron para director de la publicación juvenil católica "IXTHYS", un amigo de la jerarquía eclesiástica me dijo que le habían preguntado los del Comité Central por mí en una de esas reuniones que ellos tienen para tratar algunos asuntos.

Recientemente, un conocido mío, colaborador del Opus Dei en Cuba, me dijo que los de la Seguridad del Estado le habían preguntado por mí, por mi pensamiento. Según esta persona, él es el designado (no se por quién) para mediar con esta gente para que se puedan seguir reuniendo los simpatizantes del Opus con los formadores de ellos que son extranjeros (numerarios, supernumerarios, sacerdotes del Opus). Así como sé que ha vuelto una agente de la Seguridad del Estado Cubano al trabajo de mi madre, para preguntarle a su gerente qué medida tomaron con ella, porque le exigieron que la castigaran. Mi madre no influyó en nada, yo en su trabajo conozco a todo el mundo y me resultó muy sencillo conseguir lo que necesitaba, como les resulta fácil a muchos jóvenes cubanos que estudiamos en cursos como estos.

Además, han venido a mi barrio a investigarme, y como era de esperar, consultaron al presidente del CDR.

Sé que les preocupa que escriba con toda libertad para algunas publicaciones, que sea líder de los jóvenes católicos en La Habana y miembro del Movimiento Cristiano Liberación. Todo ese odio que me tienen, todo ese desprecio y persecución, lo pongo en manos de Dios, yo tranquilo y en paz, como dijera mi amigo Oswaldo Payá:

"La primera victoria que podemos proclamar es que no tenemos odio en el corazón. Por eso decimos a quien nos persigue y los que tratan de dominarnos: tú eres mi hermano, yo no te odio, pero ya no me vas a dominar por el miedo. No quiero imponer mi verdad ni que me impongas la tuya; vamos juntos a buscar la verdad. Esa es la liberación que estamos proclamando".

Enviado desde mi dispositivo movil

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Escriba aqui su comentario y respete las normas y la ortografía. Gracias