Páginas

sábado, 22 de diciembre de 2012

No es posible secuestrar la verdad | Rosa Ma. Payá

No es posible secuestrar la verdad | Intereconomía | 910700

EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO

No es posible secuestrar la verdad
Es, en muchos sentidos, un alivio que Ángel Carromero salga de Cuba a pesar de que de no puede asegurarse que sea éste el fin de su secuestro.
Todos en Cuba somos tratados como rehenes. Algunos hasta exhiben síntomas inequívocos de un enraizado síndrome de Estocolmo, como el de entregar un voto de confianza a los secuestradores. Por alguna mediática razón, es aún más burdo y menos televisable cuando el maltrato lo recibe un ciudadano español o hasta un gobierno extranjero.
Ángel Carromero saldrá de las cárceles cubanas, con destino a las cárceles españolas. Le juzgaron por homicidio culposo, cuando la única acusación concreta en su contra era la suposición de que manejaba a exceso de velocidad. Un día entero de juicio a puertas cerradas, en una ciudad militarmente tomada y los hijos de las víctimas detenidos a cien metros de distancia de las puertas del tribunal entre la policía, la seguridad del estado y las barreras metálicas, solo sirvió para comprobar que el exceso de velocidad no estaba demostrado. Desde luego, los secuestradores no requieren de evidencias y Ángel, que fue elegido para ser culpado desde el día de los trágicos hechos, quizás desde antes, fue condenado a 4 años de prisión.
Es en muchos sentidos un alivio que Ángel salga de Cuba, a pesar de que no puede asegurarse que sea éste el fin de su secuestro, pues el chantaje puede ser tan profundo como eficiente, aun desde esta orilla del Atlántico. Pero al menos podrá estar cerca de su familia y de las personas que le quieren y, ciertamente, más cerca de la libertad.
Las autoridades cubanas están tan acostumbradas a emplear el chantaje, que va implícito en todas sus expresiones, desde sus eslóganes de Socialismo o Muerte, hasta Raúl Castro sugiriendo que hará lo que tenga que hacer, 4 días después del oscuro accidente que terminó con la vida de mi padre y de Harold Cepero, hasta la oficial de emigración que me repitió varias veces en un tono entre la declamación aprendida de memoria y el susto: “tú no puedes salir del país; cuando puedas viajar, te lo diremos”.
Quizás le habían ordenado insinuarme que debía irme definitivamente de Cuba. Quizás intentan paralizarme, quieren que me porte bien, que agradezca mi secuestro. Quizás me necesitan en Cuba porque nos tienen preparado algo más. Cómo saberlo, si la única organización gubernamental que no ha colapsado en mi Isla es la Seguridad de Estado. La misma que tiene a Ángel Carromero en sus manos y que, al decir del Gobierno español y de nuestra televisión nacional, pronto le dejará ir. Quién sabe bajo que coerción.
Todo el que ha vivido lo suficiente en Cuba conoce de este ambiente de chantaje, las leyes de migración son solo una de sus tantas expresiones externas. Quienes trabajan para el Estado o estudian son sujetos de coacción, pues los secuestradores son los dueños de las escuelas, las universidades, los hospitales, las empresas y los centros de investigación y servicios. Peor aún, tienen el poder de decidir quién puede y quien no puede tener un negocio privado, por pequeño que sea.
No quiero hacer un artículo sobre las formas, pero es que en el caso de este gobierno, las formas, son especialmente elocuentes, escatológicamente elocuentes. Amenazadoras. Las veces son escandalosas por siniestras, las veces, por torpes: los funcionarios de la embajada cubana en Chile, ni tan siquiera le abrieron la puerta al presidente de la Democracia Cristiana de ese país, el senador Ignacio Walker, y al diputado Jorge Burgos, quienes iban a pedir una revisión de la prohibición de salida que sobre mi pesa.
Pareciera que practicar el totalitarismo les ha hecho olvidar que en un sistema sano, como es el caso, un senador representa a un sector de la sociedad y los intereses de un grupo de ciudadanos que votaron por él. Como los parlamentarios cubanos no tienen ningún poder, y sus lugares en la Asamblea Nacional están divorciados de la voluntad popular, pues el Gobierno cubano cree que puede tratar a los senadores y diputados de otros países con el mismo desprecio con que tratan a sus propios ciudadanos ostenten la responsabilidad que ostenten.
Imagino que es una situación difícil de creer en el mundo libre. Así como, por ejemplo, es inimaginable para jóvenes líderes como Camila Vallejo y Karol Cariola que el gobierno chileno, que ha sido diana de sus críticas, impidiese o interviniera de manera alguna en su decisión de viajar a mi país para, entre otras actividades, entrevistarse, a puerta cerrada, con jefes de la Federación Estudiantil Unversitaria (FEU) y con los más altos representantes del régimen .
El niño Dios nacerá para todos en unos días. Nacerá también para los secuestradores, que tendrán una vez más la oportunidad de hacer bien las cosas, de dar al pueblo lo que es del pueblo: los derechos, la soberanía, la libertad. La ocasión de ver en el otro cubano a un hermano, a un igual. Aún se puede salvar nuestro futuro. La verdad suele terminar emergiendo, incluso sobre los chantajes. El riesgo de la posibilidad de un Cambio-Fraude, tratándose de nuestro pueblo y de nuestra historia, recae sobre los caminos que encontremos para reclamar nuestros derechos y en el empeño que pongamos en vencer el miedo y trabajar con generosidad por la liberación, mas todos estos elementos, gracias a Dios, solo dependen de los cubanos.
¡Feliz Navidad!  

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Escriba aqui su comentario y respete las normas y la ortografía. Gracias