EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO
Esto es un Artículo Crítico Moderado dentro del castrismo Totalitario en Cuba
¿Qué hace la policía?
Warhol P.HAVANA TIMES — Pasaba por la plaza del municipio de Marianao, es un lugar conocido porque se venden alimentos, y me detuve al ver que en uno de los establecimientos estatales que se encuentran a un costado del lugar, habían sacado galletas de soda en paquetes de nylon, a un precio de 50 pesos, moneda nacional.
El precio me pareció caro viendo que las galletas casi todas venían trituradas, pero aun así, las galletas de soda son mis preferidas, por lo que decidí hacer la cola.
Rápidamente se formó el desorden, al menos una veintena de mujeres ocupó el lugar dando gritos, algunas alegaron que ya habían marcado. Dos policías llegaron y se colocaron a un costado del establecimiento.
Por el mostrador comenzaron a salir los paquetes de galletas, una señora salió con diez paquetes, otra con veinte, alguna que otra persona protestó, pero fue por gusto, la supuesta autoridad solo observó el desorden, y sonrieron a carcajadas al ver como se empujaban unos a otros, desesperados por alcanzar el producto.
Otra mujer a la que he visto revender en el lugar, cargó con otra tanda de paquetes y entre gritos y empujones, me quedé mirando a los policías, que bien saben lo que en poco tiempo va a ocurrir con esas galletas.
Pasé alrededor de 45 minutos en la cola soportando el sol, tratando de llegar al mostrador, claro, es evidente que no llegué, logré acercarme, pero solo un poco, porque en el intento, las galletas se agotaron. Y todo por no organizar la cola. ¿Quiénes son los culpables?
Supongo que todos tenemos un poco de culpa.
Primero: los que venden el producto, que si solo despacharan un nylon por persona, muchos más alcanzarían. Los segundos: nosotros, que no nos damos cuenta de lo salvaje que actuamos, y de que por un puñado de galletas somos capaces de ofendernos y agredirnos. (No quiero imaginar la barbarie, si fuese carne de res).
Tercero: los policías, que estaban de objeto decorativo, cumpliendo con un supuesto deber. En realidad ahora mismo no sé cuál es el verdadero deber de un policía revolucionario, por esas actitudes, no consigo creer en ellos.
Mucho menos viendo que luego de terminarse de vender las galletas, en todos los rincones de la plaza los revendedores(as) tenían galletas de soda (mis preferidas) a 100 pesos el paquete.
Para mi 100 pesos es demasiado, por lo que preferí irme a casa y escribir este artículo, al menos me sirve para desahogarme, y no me salga una úlcera o me de una isquemia cerebral.
Aunque, tengo la certeza de que los revendedores de la plaza continuarán haciendo de las suyas, y los policías seguirán estando allí, matando el día, ayudándolos a luchar sin mucho esfuerzo, porque muchos de los productos que saca el estado al mercado, ellos lo acaparan para sacarles provecho, así se ganan la vida diaria, exprimiendo al pueblo trabajador, en eso consiste su trabajo.
Considero que hay que hacer algo en cuanto al tema, de la plaza de Marianao, y también, analizar ¿qué pasa con los qué deben velar porque situaciones de esta índole no ocurran?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escriba aqui su comentario y respete las normas y la ortografía. Gracias