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miércoles, 25 de julio de 2012

Amplia Reseña del Nuevo Herald sobre muerte de Oswaldo Payá

EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO


Gritos de 'libertad' en sepelio de Oswaldo Payá Sardiñas

 

JTAMAYO@ELNUEVOHERALD.COM

Familiares y seguidores del destacado disidente cubano Oswaldo Payá Sardiñas lloraron el lunes su muerte en la misma iglesia de La Habana donde fundó su movimiento de oposición cristiana hace dos décadas.
Todavía se esperaba por el testimonio de los dos extranjeros que sobrevivieron el accidente que le costó la vida para saber con veracidad lo ocurrido.
El presidente Barack Obama y el senador republicano de la Florida Marco Rubio encabezaron la ola de elogios al disidente fervientemente católico y valeroso que recogió 25,000 firmas en el 2002, para exigir un referendo sobre el sistema comunista del país.
Sin embargo, hubo informes contradictorios sobre cómo murieron Payá y otro disidente, Harold Cepero, y cómo resultaron heridos los políticos Angel Carromero, de España, y Jens Aron Modig, de Suecia, en un accidente automovilístico el domingo cerca de la ciudad suroriental de Bayamo.
La hija de Payá, Rosa María, de 23 años, afirmó el domingo que el auto en que iba su padre fue embestido en repetidas ocasiones por otro vehículo hasta sacarlo de la carretera. La joven atribuyó esta información a una de las personas que acompañaba a Payá, pero no la identificó.
Dos disidentes de Bayamo indicaron que dos personas que afirmaron haber presenciado el accidente les dijeron que el auto se salió de la carretera por su propia cuenta para evitar un bache, dio varias vueltas y chocó contra un árbol, una versión parecida a la versión oficial sobre el accidente.
Yoandris Montoya y Félix Rivero, enviados al lugar del accidente por la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, informaron a El Nuevo Herald que el tramo de la carretera donde el accidente tuvo lugar se encontraba en reparaciones, despojado de toda pavimentación y lleno de enormes baches.
El presidente de la Comisión, Elizardo Sánchez, declaró que tenía informes no confirmados sobre una larga demora en llevar a los cuatro al Hospital Provincial Carlos Manuel de Céspedes, en Bayamo. Payá fue llevado en un camión hasta allí, donde fue declarado muerto. Cepero murió unas horas más tarde.
La versión definitiva sobre las causas del accidente debe venir de Carromero, quien según varios reportes conducía el auto alquilado, y de Modig, que iba en el asiento delantero. Payá y Cepero viajaban en la parte posterior. Los sobrevivientes sólo sufrieron lesiones leves. Fueron dados de alta el lunes y conducidos a una estación de policía para presentar un informe del accidente, acompañados por el cónsul de España en La Habana, Alvaro Kirkpatrick, y un diplomático sueco. Ninguno de ellos hizo comentarios públicos.
Carromero y Modig, ambos de 27 años, entraron a Cuba como turistas, pero con la aparente intención de reunirse con disidentes. Carromero es un líder de la rama juvenil del Partido Popular de España en Madrid, y Modig es un líder de la Liga de la Juventud del Partido Demócrata Cristiano de Suecia.
Algunos miembros del Movimiento Cristiano Liberación de Payá (MCL), otros disidentes y exiliados, seguían teniendo sospechas sobre el accidente.
Julio Hernández, representante del MCL en Miami, aseguró que Payá le había dicho hace tres semanas que su auto había sido volcado y destrozado por otro vehículo que lo golpeó en La Habana.
“Dijo que estaba vivo de milagro”, comentó Hernández a El Nuevo Herald.
Los disidentes también recordaron que el año pasado un auto chocó contra otro vehículo que transportaba a la fundadora de las Damas de Blanco, Laura Pollán, y después huyó. Pollán, ganadora como Payá del Premio Sajarov de derechos humanos, otorgado por el Parlamento Europeo, murió el 14 de octubre de un ataque al corazón.
También señalaron que agentes de la Seguridad del Estado seguían regularmente a Payá, y que su presencia con dos políticos europeos cerca de Bayamo, uno de los centros de un reciente brote de cólera, habría sido difícil de pasar por alto.
“Llevo mucho tiempo conociendo el acoso al que fue sometido mi hermano en Cuba y me preguntaba si alguna noche iba a recibir una mala noticia de Cuba. Me lo preguntaba todas las noches”, declaró su hermano Carlos a periodistas en Madrid.
Tanto el MCL como la Asamblea por la Resistencia, una coalición con sede en Miami de unos 60 grupos que apoyan a los disidentes en la isla, exigieron el lunes una investigación exhaustiva y creíble del accidente.
Unas 400 personas estallaron en aplausos y gritos de “¡Libertad!” cuando el ataúd de Payá llegó el lunes a una misa en la iglesia de El Salvador del Mundo, en su barrio habanero de El Cerro, donde en 1991 fundó el MCL como “un movimiento cívico con una base espiritual”. El cadáver de Cepero, de 31 años, líder de la juventud del MCL, fue trasladado a su ciudad natal de Sancti Spíritus.
La recolección de firmas para el Proyecto Varela, en el 2002, le valió a Payá el Premio Sajarov de ese año, pero su movimiento perdió fuerza cuando muchos de los promotores de la iniciativa estuvieron entre los 75 disidentes arrestados en una ola represiva del 2003 y condenados a largas penas de prisión.
Su esposa, Ofelia Acevedo Maura, indicó el lunes que el MCL continuaría su lucha pacífica, “sabiendo que desde la eternidad” Payá los acompañará “hasta que la verdad y la justicia hagan de nuestra isla querida un auténtico hogar para todos los cubanos”.
El cardenal Jaime Ortega, quien fue criticado a menudo por Payá como demasiado débil, envió sus condolencias a Acevedo y se esperaba que oficiara en su entierro el martes. Payá “trabajó por lo que él consideraba que era bueno para Cuba”, afirmó Orlando Márquez, portavoz de la Arquidiócesis de La Habana, según reportes de prensa.
Un comunicado de la Casa Blanca indicó que Payá “dio décadas de su vida a la lucha no violenta por la libertad y la reforma democrática”. El candidato presidencial republicano Mitt Romney aseguró que la causa de la libertad en Cuba “perdió una de sus voces más fuertes y uno de sus líderes más respetados”.
Rubio pidió una investigación imparcial sobre la muerte de Payá, y consideró su desaparición de “una tragedia y una gran pérdida para su familia y todo el pueblo cubano, especialmente aquellos que luchan dentro y fuera de Cuba para que se ponga fin al régimen represivo de Castro”.
El senador Bill Nelson, demócrata por la Florida, resaltó que la lucha de Payá “por la libertad y la democracia no será olvidada”.
La representante Ileana Ros-Lehtinen, republicana por la Florida, afirmó que el disidente simbolizaba “la lucha contra la tiranía del régimen de Castro y la opresión y la crueldad que éste encarna”.
El primer ministro español, Mariano Rajoy, elogió a Payá y Cepero como “gente de paz y de diálogo” y el conservador Partido Popular Europeo pidió una explicación clara del accidente.
En La Habana, los disidentes Miriam Leiva y Oscar Espinosa Chepe señalaron que la muerte de Payá “es una dolorosa pérdida para el movimiento disidente pacífico, en momentos cuando Cuba atraviesa una aguda crisis general con creciente miseria para el pueblo y la destrucción de nuestro país”.
“La democracia está de luto hoy y la libertad está llorando”, declaró el ala juvenil del Partido Demócrata Cristiano de Chile, que ha respaldado el trabajo de Payá.

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