Misterios ocultos de la computadora más antigua del mundo
Según reseña la BBC, en 1901, el hallazgo de un extraño objeto entre los restos de un antiguo buque romano revolucionó el concepto sobre cuán sofisticada fue la tecnología antigua.
El mecanismo Antikythera, fabricado en la Antigua Grecia, es considerado el computador mecánico más antiguo del mundo; un complejo artilugio de dientes y engranajes que se creía inventado durante la Edad Media.
Desde su descubrimiento, expertos internacionales de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, tratan de descifrar los secretos de este enigmático aparato, pero un hombre lleva más de tres décadas haciéndolo en solitario: el físico e historiador británico Michael Wright.
La dinámica celeste
Wright empezó a estudiar el artefacto griego en 1974 y su búsqueda todavía continúa.
Ex curador del Museo de la Ciencia de Londres, Wright fabricó una réplica del Antikythera que colocó en un taller de su jardín de Hammersmith, en Londres.
Está convencido de que el aparato se creó para calcular los movimientos planetarios, empleando una deslumbrante matemática y una matriz compuesta por 30 dientes mecánicos. “La gente se preocupaba por la dinámica de los cielos”, explica Wright, “querían entender el cielo. Mucha gente analizaba su horóscopo y querían saber dónde estaban posicionados el Sol y la Luna cuando nacieron. Incluso podría tener un fin filosófico: ‘puedo usar la máquina para controlar el cielo. ¿Es así como lo hacen los dioses?’”.
Según reseña la BBC, en 1901, el hallazgo de un extraño objeto entre los restos de un antiguo buque romano revolucionó el concepto sobre cuán sofisticada fue la tecnología antigua.
El mecanismo Antikythera, fabricado en la Antigua Grecia, es considerado el computador mecánico más antiguo del mundo; un complejo artilugio de dientes y engranajes que se creía inventado durante la Edad Media.
Desde su descubrimiento, expertos internacionales de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, tratan de descifrar los secretos de este enigmático aparato, pero un hombre lleva más de tres décadas haciéndolo en solitario: el físico e historiador británico Michael Wright.
La dinámica celeste
Wright empezó a estudiar el artefacto griego en 1974 y su búsqueda todavía continúa.
Ex curador del Museo de la Ciencia de Londres, Wright fabricó una réplica del Antikythera que colocó en un taller de su jardín de Hammersmith, en Londres.
Está convencido de que el aparato se creó para calcular los movimientos planetarios, empleando una deslumbrante matemática y una matriz compuesta por 30 dientes mecánicos. “La gente se preocupaba por la dinámica de los cielos”, explica Wright, “querían entender el cielo. Mucha gente analizaba su horóscopo y querían saber dónde estaban posicionados el Sol y la Luna cuando nacieron. Incluso podría tener un fin filosófico: ‘puedo usar la máquina para controlar el cielo. ¿Es así como lo hacen los dioses?’”.
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