Páginas

martes, 27 de diciembre de 2011

Teología de la Opresión

Manoseando a la mulata de la bata dorada, en público, es lo que está haciendo la dictadura Castrista en estos días en los que da de comer Virgen al Pueblo Cubano. 

Falsísima Hierofanía disfrasada de Teofanía, falsísimo el paseo en lugar de libertad real, de derechos civiles, de respeto a sí mismos y al libre albedrío, falsísima caminada asombrada en lugar de un lugar en la vida propia, de un lugar en la bandera, de un lugar a escoger en su Patria al pueblo cubano.


 Teología de la Opresión: la Virgen se presentó en los 2000 ante los oprimidos en Cuba, para desmentir las palabras del Cristo de los 60s latinoamericanos. Soporta: dice en las manos del Castrismo la Virgen, olvida, perdona, come bastante pan si lo encuentras y si no lo encuentras no importa, cómete entonces al prójimo que solo de pan están hechos los cubanos. Infierno o paraíso luego es la palabra del Señor. Tu opresión es la que mereces por ser como eres, por cómo has sido, no te reveles y bebe, bebe bastante de las mangueras Castristas, de las pipas de tu destino. 

 

Bebe, olvida y sufre en tu salcocho y ríete a lo cubano, que hoy es lo mismo que gritar, aunque otra sea la mueca.


La Teología de la Opresión es  esa Teología algo más al servicio de la clase social en el poder legislativo, de lo que normalmente suelen estarlo las religiones institucionalizadas todas, y en el caso latinoamericano principalmente el catolicismo. La Teología de la Opresión es esa manifestación de la interacción del individuo con lo trascendente, en el contexto dictatorial Castrista, y que yo prefiero explicar como lo contrario a la Teología de la Liberación.


¿Entonces, qué es la Teología de la Liberación, además de lo contrario de la Teología de la Opresión?  


Según Gustavo Gutiérrez en su libro "A Theology of Liberation"[1] es esta la reflexión de muchas mujeres y hombres en su lucha por la justicia y en contra la pobreza en Latinoamérica. Es digamos la "Guerra Santa de la Cristiandad" en la modernidad latinoamericana, en contra de la pobreza y de los desfavorables abismos entre las clases sociales. 


Aquí Jesús se presentó ante los oprimidos NO para hablarles del Reino del Señor e incitarles a aceptar sus destinos, como hoy lo hace la imagen de la Virgen al custodio de la dictadura Castrista, subliminalmente señalando al Socialismo del Siglo XXI como Reino de lo Divino e incitando a los mercaderes/cuentapropistas administradores del Castrato a invadir de la Libertad su Templo. 


Jesús se presentó en cambio ante los oprimidos, según la doctrina a la que aquí yo apelo, para mostrarles el camino hacia su Liberación de la pobreza en que  las dictaduras y miserias humanas como la desvergüenza, el rencor, las desmesuradas diferencias entre las clases sociales y también el igualitarismo populista sumidos les mantienen. 


Según la "Teología de la Liberación" amar a su enemigo significa reconocer a su enemigo, al opresor, como lo que es y de este modo entonces poder combatirlo. Y no se trata de no tener enemigos sino de no excluirnos de nuestro amor, lo cual sin embargo no les hace dejar de ser nuestro enemigo ni nos impide combatirlos tratando de construir un mundo mejor, siguiendo las enseñanzas de Jesús.


 Para los teólogos de la Liberación el papel de la iglesia no es garantizar el Reino Celestial o en nuestro caso particular el Socialismo del Siglo XXI, que la dictadura Castrista pretende vender al pueblo cubano manoseando a la imagen de la Virgen por toda Cuba, sino la salvación concreta, el trabajo concreto por Liberar al pueblo de la pobreza material y espiritual, aquí y ahora, en esta historia de la humanidad. 


La "Teología de la Liberación"  llegando al fin de este artículo, la suelo yo siempre resumir simbólicamente con la imagen de una cruz cristiana tomada por la parte superior, por donde reposa la cabeza de Nazareno, y diciendo: 


"Esto no es una cruz de cabeza, sino una espada a favor de los oprimidos, la espada de la Liberación". 


Para la "Teología de la Liberación" el Amor Universal no es una abstracción sino una lucha bien concreta que exige una "nueva" iglesia, para que esta vuelva a estar de parte de los oprimidos y de la justicia y no sea el instrumento que es hoy la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre cuando paseada en los brazos de la dictadura Castrista, a este monstruoso sistema oxigena, legitima.

Patria y Libertad


Julio César Soler Baró. Otro cubano en el exilio. Oluwo Otura-Niko


Este mensaje ha sido enviado gracias al servicio BlackBerry de Movilnet

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Escriba aqui su comentario y respete las normas y la ortografía. Gracias