Una mujer tiende ropa en un balcón de su casa en La Habana, Cuba EFE
A los cubanos aún les resulta difícil sentir las reformas que adelanta el gobierno del presidente Raúl Castro. Al menos eso opina 52% de los ciudadanos de la isla que fueron encuestados por el Instituto Republicano Internacional (IRI).
En un estudio que analiza la transformación económica que adelanta Castro desde su llegada al poder en 2006, el IRI (un centro de análisis no partidista estadounidense) asegura que los cubanos no creen que una reforma económica en profundidad sea posible sin un cambio político en su país.
Y es que el programa de más de 300 reformas que ejecuta el mandatario busca "actualizar" el modelo económico comunista y estatista que data de 1961, procurando, como él asegura "la eficiencia a partir de disminuir la abultada nómina de trabajadores estatales" e impulsar el trabajo privado, las pequeñas empresas y las cooperativas.
En el sondeo del IRI, conducido en Cuba del 30 de junio al 13 de julio de 2011, cerca de 600 cubanos de toda la isla expresaron su visión poco alentadora de las reformas de las que están siendo testigos.
Del 27% de los entrevistados que consideran que las reformas están tomando forma, dos tercios no podían citar una medida específica por su nombre o finalidad, sostiene el IRI.
Del mismo modo, casi dos tercios (69%) reveló una falta de confianza en que el gobierno resolverá la crisis económica, siendo esta la mayor preocupación de los ciudadanos.
Una invasión norteamericana, como aún sigue pregonando Fidel Castro, ha dejado de ser el gran miedo del país.
A menos de 40 días de acabar 2011, 61% de los encuestados cree que su situación económica no cambiará en 2012, mientras que 23% cree que mejorará y 10% cree que empeorará.
Del verde oliva al traje civil
Medidas como la posibilidad de mantener un negocio propio dentro de sus casas, la entrega de tierra en usufructo, la recepción de remesas o el derecho a hospedarse en un hotel en su propio país no han conseguido que 62% de los cubanos piense que su situación familiar es la misma que en 2010.
Pero apuntando a esas tímidas reformas, casi nueve de cada 10 ciudadanos (88%) apoya los cambios dirigidos a los derechos de propiedad privada.
En el sexto Congreso del Partido Comunista de Cuba celebrado en abril de 2011, Castro desechó la posibilidad de una apertura política. Al contrario, recalcó que el socialismo es "irreversible", y que por ello había que "actualizarlo".
Esa modernización económica ha estado a la par de un aumento de la represión contra la disidencia y la censura, una realidad que el IRI traduce en 75% de los cubanos que desean un cambio político con un sistema pluripartidista y libertad de expresión.
Lorne W. Craner, presidente del IRI, asegura que "si bien la gran mayoría de todos los grupos demográficos favorece el cambio tanto político como económico, los encuestados más jóvenes manifiestan un mayor apoyo a estos cambios".
Los experimentos económicos en Cuba están abriendo un proceso de transformación social y de pensamiento que, como refleja el IRI, son difíciles de asimilar, por lo que los cubanos en el fondo sienten que un aire de democratización puede cambiar las cosas.
Twitter:@Franchuterias
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