Un grupo de psicólogos de la Universidad de Durham, en el Reino Unido, afirma que las personas que consumen una cantidad diaria de cafeína equivalente a siete tazas de café son tres veces más propensa a escuchar voces y sufrir alucinaciones.
Según concluyen los científicos, las alucinaciones auditivas son más comunes de lo que pensamos, y no se deben necesariamente a una enfermedad mental. En concreto se estima que cerca del 3% de la población escucha voces regularmente cuando realmente no hay nadie. Pero el riesgo de que esto suceda es mayor para los consumidores de café, té y otras bebidas ricas en cafeína. Además, estas sustancias los hacen más proclives a ver cosas que no existen, sobre todo personas muertas. Los investigadores creen que sus hallazgos podrían deberse al hecho de que el café incrementa los niveles de la hormona del estrés llamada cortisol.
"Este es el primer paso hacia la observación de factores más amplios relacionados con las alucinaciones", asegura Simon Jones, responsable del estudio.
En las personas adictas a la cafeína el café no tiene el mismo efecto que en los sujetos sin hábito de consumir esa sustancia, según un estudio que publica la revista Neuropsychopharmacology. Lo que es más, su efecto puede ser equivalente al de un placebo.
"Aunque los consumidores frecuentes se sienten más despiertos con la cafeína, la evidencia sugiere que esa sensación es fruto de la inversión de la fatiga que causa la abstinencia aguda", explica Peter Rogers, investigador del departamento de psicología experimental de la Universidad de Bristol y director del estudio.
Para llegar a esta conclusión, Rogers y su equipo llevaron a cabo un experimento con 379 adultos divididos en varios grupos: consumidores de niveles de café alto, medio, leve y nulo, a los que se les pidió no bebieran esa infusión durante 16 horas. Después se les ofreció café o un placebo y se registró sus niveles de ansiedad, alerta y dolor de cabeza. Según los científicos, las personas adictas a la cafeína presentaban una disminución en el estado de alerta y aumento del dolor de cabeza antes de tomar esa bebida.
Sin embargo, las mediciones realizadas revelaron que sus niveles de alerta después de tomar cafeína no eran más altos en comparación con aquellos que tomaron un placebo. Esto sugiere que la cafeína solo devuelve a los bebedores de café a su "estado normal".
Aquellas personas que tenían una variante genética vinculada a la ansiedad tendian más a beber cantidades levemente mayores de café. Los científicos piensan que un leve incremento de la ansiedad "podría ser parte de la placentera excitación causada por la cafeína".
Café para combatir el mal aliento | |||
“Todo el mundo piensa que el café causa mal aliento, y con frecuencia es cierto porque el café, que tiene un efecto deshidratante en la boca, cuando se mezcla con leche puede fermentar dando lugar a sustancias malolientes”, explica el microbiólogo y coautor del estudio Mel Rosenberg. Sin embargo, para sorpresa del propio Rosenberg, sus últimos experimentos revelan que el extracto puro de café puede tener justamente el efecto contrario, inhibiendo el crecimiento de las bacterias que generan la halitosis.
Tras el descubrimiento, Rosenberg ha propuesto crear nuevos enjuagues bucales y chicles con extracto purificado de café que combatan el origen del mal aliento, en lugar de enmascarar el olor como hacen los actuales productos mentolados.
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