EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO
Hermano, una sola es la vida, vivirla con miedo qué sentido tendría – Balsero. Amaury Gutiérrez.
JJ Eres un cantante archiconocido, graduado de la Escuela Nacional de Instructores de Arte en Cuba. Nominado y ganador de varios premios importantes que, sin dudas, han logrado algo envidiable. Háblame de tu origen, de Santa Clara.
AG Yo soy lo que ves, nací en un pequeño pueblo de la periferia de Santa Clara que lleva por nombre Vueltas. Allí crecí, estudié, me crié. Siento un inmenso amor por mi provincia. Allí aprendí lo que soy hoy. Mi provincia, la gran Villa Clara, posee un impresionante movimiento de poesía, música, danza, y aunque tú seas de La Habana, y por ende industrialista, Las Villas es la capital de la pelota de Cuba.
JJ Es cierto, tienes razón, Santa Clara tiene el mejor team de pelota de Cuba…, después de los Industriales.
AG Déjame decirte algo, yo soy fan de Industriales, para mí, es el mejor club amateur de beisbol del mundo, y el mejor club de Cuba. Villa Clara tiene un movimiento deportivo tremendo, de siempre. Es una ciudad importante que, por estar en el centro de nuestra isla, tiene un trasiego continuo de sabiduría.
JJ Quizás por eso hasta el son de Santa Clara es diferente.
AG No, eso es otra cosa. No se puede hablar de un son santaclareño. No existe El son de Santa Clara. El son, como casi toda la música cubana, es de Oriente, aunque en otras regiones del país se denomine y se manifieste de manera diferente.
Yo te decía que Santa Clara es una ciudad con un fuerte acervo cultural, con una movidísima vida social. La gente de mi provincia tiene swing, es la ciudad de Cuba donde más se escucha radio en frecuencia modulada FM. La gente está bien informada de lo que sucede aquí en los Estados Unidos y en el resto del planeta. Es una población con avidez de conocimiento y superación.
Santa Clara es por excelencia la tierra de la resistencia en contra del régimen actual, desde el alzamiento del Escambray a principios de los 60, fueron precisamente Villaclareños la mayoría de los protagonistas, campesinos de la zona, los que ayudaron a los alzados.
JJ Pienso que el grupo Afrocuba marcó un antes y un después en tu vida profesional; ¿significó algo en tu vida el hecho de también ser afrocubano?
AG Absolutamente sí. Afrocuba era la banda donde yo quería cantar, la mejor banda de Cuba en los 80, era como el Irakere de su tiempo. Sin dudas ese sueño fue posible gracias a Arturo Sandoval. En un festival de Jazz donde tuve la oportunidad de ser telonero de él, y la suerte de que escuchara lo que yo hacía. Luego se completó la gestión con el apoyo de una amiga musicóloga, Elsa, que le llevó un casete con mis canciones y le habló de mí al director de la banda, Oriente López.
Afrocuba significó una de las experiencias artísticas más lindas y enriquecedoras de mi vida. Pero ser afrocubano… a ver, ser afrocubano es una cosa muy difícil porque el país es racista. Si tú le comentas a un blanco sobre el racismo que existe en Cuba, el siempre lo negará. Es lógico. Yo sé bien de lo que estoy hablando, soy hijo de un blanco y una negra. Soy negro. Me di cuenta desde muy temprano que a los negros nos costaba más trabajo poder lograr nuestras metas. Adquirí conciencia de raza en casa de Pablo Milanés. Yo tenía entonces 27 años, estaba recién llegado de otra provincia y 6 años trabajando en el Escambray, todavía yo era virgen.
Es muy difícil ser negro; para mí es un honor, Cuba es más que eso, es mestiza, es blanca, es negra, es mulata
JJ ¿Virgen a los 27?
AG Sí, virgen de pensamiento, de candor, de inocencia. Uno de los aportes fundamentales de nuestra isla a la cultura universal ha sido la música. Me siento muy orgulloso de ser músico cubano, y de ser parte de ese fenómeno hermoso que es la música popular cubana de estos tiempos. Me gusta tener mi look negro. Una vez tuve un intercambio de conceptos con Álvarez Guedes, un tipo que adoro. El me preguntó por qué no cambiaba mi imagen, mis trenzas, mis anillos, mis argollas; me dijo que así me veía más negro. Recuerdo que le contesté “eso es justo lo que quiero, ser negro, ser yo. No me voy a vestir de traje ni me voy a estirar el pelo. Yo no quiero ser así, yo quiero ser como Bob Marley. Yo soy – como Cuba – una mezcla entre África y España; pero soy más africano”. África está en nosotros. Si escuchas la música cubana encontrarás la presencia africana, lo mismo pasa con los bailes, la pintura, la culinaria, la forma de hablar, el lenguaje corporal, la cadencia al caminar…. Muchos hablan de la España blanca y parecen querer obviar los años de dominación norafricana. La misma música flamenca tiene una muy fuerte influencia árabe. Pero África no está solamente presente en nuestro país o en España; la música popular que se escucha hoy tiene raíces y es básicamente africana. El rock&roll tiene su origen africano, también la música country, la música del Caribe, el tango, el candombé…todo.
JJ ¿No es un poco paradójico que un romántico como tú, se exiliase precisamente un 14 de febrero, día de los enamorados?
AG Bueno, lo pudiéramos tomar como un acto de romanticismo no premeditado.
La realidad fue que el vuelo estaba programado para el día trece; pero por esas cosas raras que solo suceden en Cuba, no pudimos viajar ese día. Yo te estaba comentando la otra vez que grabamos esta misma entrevista – porque deberías publicar que ya esta entrevista me la hiciste y la perdiste –, que nos estaban echando una cantidad tremenda de brujería, y entonces decidimos, en vez de regresar a la casa, dormir en el aeropuerto José Martí de La Habana.
JJ Te consideras un romántico…
AG Sí, yo me considero un romántico por pensamiento, por mi manera de ser, hablando de lo que es el romanticismo en su concepto puro. Mi música es romántica y tiene que ver con lo que soy, tiene que ver con Matamoros, con José Antonio Méndez, con Bola de Nieve, con Cesar Portillo de la Luz, con Armando Manzanero, mi música es romántica, también lo son mis canciones aunque a veces haya otras que no lo sean tanto porque hablan de otros temas como Balseros, País, etc. Soy romántico, me gusta la utopía, me encanta. Soy un hombre soñador.
JJ Que bien, pero a veces tenemos sueños que generan enemigos.
AG Imagínate tú. Los mejores sueños siempre tienen enemigos. Pregúntate eso a ti mismo, pregúntaselo a Gandhi, a Nelson Mandela.
JJ Es placentero constatar que aun existen soñadores, eso reconforta.
Se dice que el gobierno cubano no te permite viajar a tu país. ¿Qué explicación puede impedirte visitar a tu familia, abrazar a tus amigos u ofrecer un concierto en cualquier rincón de Cuba?
AG Buena pregunta. Mira, yo no sé si el gobierno cubano me dé la posibilidad de entrar o no a mi país, a mi casa; yo no le he dado esa oportunidad, porque no he pedido ni pediré una visa para entrar a mi país. Y –créeme – la estoy pasando mal con eso porque mi madre tiene 84 años y es un hecho que me tiene sin dormir. Añoro sentarme en un sillón y tocar para mi mamá. Me muero por hacer eso, y por enseñarle mis discos a mi madre. ¿Por qué Olga Guillot o Celia Cruz se murieron sin poder ir a cantar a Cuba?
El otro día escuché unas declaraciones del Ministro de Cultura de Cuba, decía que la cultura cubana estaba en un estado saludable porque no había existido ninguna figura importante que se haya ido de Cuba después del 59. Eso es increíble, una burla irrepetible.
JJ Bueno, hasta cierto punto tiene razón el señor Ministro Abel Prieto. Él sabe muy bien que ni Celia, ni Olga, ni tú, ninguno de tantos artistas, se han ido de ese país, el pueblo los ama, los escucha, los disfruta y los venera.
AG ¿Tú crees? Yo soy un soñador, un kamikaze, y no considero decente ni justo que los cubanos tengamos que solicitar una visa para entrar a nuestro país, y pedir un permiso para salir. Eso es algo medieval al mejor estilo de la dictadura española en época de José Martí. Es inconcebible que en estos tiempos haya un gobierno que le haga eso a sus ciudadanos, y ciudadanos que lo acaten sin protestar. Yo no voy a comulgar con eso, nunca. Es un atropello.
Para mí, una de las cosas más hermosas que podría sucederme, es tener la oportunidad de viajar libremente a Cuba, y hacer un concierto en Santa Clara, en La Habana, Pinar del Río, Santiago de Cuba, o en cualquier otro lugar. Eso sería lo máximo, algo tan hermoso como ganarme un Grammy. O más, porque el Grammy tarde o temprano me lo voy a ganar, ya he estado nominado tres veces, pero esto de ir a Cuba no sé cuándo podrá ser, pero será. Cualquier artista del mundo puede ir a cantar a Cuba, menos nosotros. Eso refleja el desprecio que ese gobierno siente por sus ciudadanos. Yo pienso viajar a Cuba, cuando no tenga que pedir permiso a nadie.
JJ ¿Y cómo sueñas tu primer concierto en Cuba?
AG Yo quiero llegar sin anunciarme, acompañado de uno o dos camarógrafos, sentarme en una esquina cualquiera de Centro Habana, sacar la guitarra y comenzar a cantar. Filmar todo eso, captar el momento en que se va sumando la gente, independientemente de las diferentes emociones que se puedan desatar allí. Hacer un concierto en el teatro Karl Marx, el Sauto, el Nacional, o en algún espacio abierto, donde vayan todos los que quieran.
JJ Alguna vez leí esta frase tuya “He aprendido a valorar mucho las cosas que he ganado porque me han costado y me han hecho ser más humilde”. Me parece encantadora, pero sabiendo ya, lo que has aprendido de las cosas que has ganado, cuéntame ¿qué has aprendido de las muchas otras cosas que seguramente has perdido?
AG He aprendido mucho más de las cosas que he perdido. He perdido la oportunidad de ver envejecer a mi mamá, de disfrutar a mi sobrino, a mi hermana, de ver a mi papá, la oportunidad de convivir con esos amigos con los que un día me crié. Perdí también a mi patria, bueno, mi patria no, perdí mi pedazo de tierra porque mi patria soy yo, es mi guitarra, mis canciones, la comida que me como, mi gente, mis amigos, mi libro de Martí. La patria es un estado de conciencia, es cultura, es mi identidad. El hecho de no poder vivir con dignidad en mi país, el hecho de haberme tenido que ir de Cuba para poder desarrollarme como artista, como ser humano, es una cosa terrible, son pérdidas que me han pegado duro y me hicieron crecer de golpe. Todo eso está en mi obra, es una constante la tristeza, la añoranza. Nosotros los que vivimos fuera de la Isla estamos tan presos como los que están adentro. Eso se ve en la creación de Pedro Luis Ferrer, Guillermo Cabrera Infante, Lezama, en todas hay mucha tristeza.
Es increíble que hayan puesto a un tipo ahí que no le gusta bailar, que no le gustan los chistes, no le gustan los cubanos, imagino que tu papá lo haya sufrido también. Porque tu padre fue músico, y negro.
JJ El próximo presidente de Cuba tiene que pasar la prueba. Y si no sabe bailar, que se dedique a otra cosa. El presidente de Cuba tiene que saber bailar.
Niurkita