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martes, 9 de noviembre de 2010

CUBA: POBRE RESPUESTA ANTE TRABAJO POR CUENTA PROPIA

EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO


SE PRESENTA UNA DIFÍCIL SITUACIÓN PARA EL REGIMEN ANTE LA ALTERNATIVA DE LOS "CARNEROS" CUBANOS, DE NO OPTAR POR EL LLAMADO TRABAJO POR CUENTA PROPIA.

NO EXISTE ESTIMULO Y SI MUCHA DESCONFIANZA. YA SE HAN CANSADO DE ENGAÑOS Y DE QUE PIENSEN POR ELLOS.

ESTA VEZ EL ESTADO NO SE SALDRA CON LA SUYA Y TENDRÁ QUE RESPONDER POR LA CARGA SOCIAL QUE LANZA A LA CALLE.

EL INCUMPLIMIENTO EN LA LIBERACIÓN DE LOS 56 PRESOS POLÍTICOS ES UN EJEMPLO DE QUE EL GOBIERNO TOTALITARISTA DE CASTRO NO ES SERIO, AUN QUEDAN 13 PATRIOTAS POR LIBERAR.

Negocio de hormiga

LA HABANA, Cuba  – Gran revuelo ha despertado el último número de  La Gaceta de Cuba, que regula las licencias para el trabajo por cuenta propia y los impuestos a pagar en los ciento setenta y ocho oficios autorizados, un documentos de cien  hojas  repleto de frases técnicas y eufemismos.

La fe de erratas, un número de menor circulación que salió quince días después, también se ha agotado, aclara y enmienda deslices en el texto de La Gaceta, enrevesados por el clamor del apremio, en un país que atraviesa una gravísima crisis económica y política.

A esta ley, que permite cierta privatización, le falta contacto con la realidad, y resulta incompatible con el contexto que pretende regula. Los altos impuestos, y el peligro que implica de que la revolución, cuando se oxigene, decida, como ya antes ha hecho, recuperar ese espacio perdido de la propiedad social, hacen que el trabajo por cuenta propia no resulte atractivo para los cubanos.

Adolece también la ley del exceso de trabas burocráticas, acorde con el sistema socialista, donde lo fácil debe pasar por una serie de tamices que lo enrarece y lo convierte en difícil.

Francisco Herrera, que acudió a la Oficina Nacional Tributaria (ONAT) para realizar algunos trámites que pensaba serían sencillos, se marchó cabizbajo cuando le informaron que debía cumplimentar algunos requisitos para instalar su timbiriche de venta de pizzas. El horno debía estar a una equis distancia del mostrador y tenía que colocarlo a una altura tal, que invalidaba su proyecto.

Sin embargo, el vendedor callejero de jabas (bolsas), un oficio realmente importante en Cuba, no aparece en la lista de los que deben pagar impuestos, y podrá, al parecer, meterse toda la ganancia se la mete en el bolsillo. En cambio el “buzo” (reciclador de desperdicios), debe abonar el cincuenta por ciento de lo que gane, no importa cuánto deba sumergirse en el latón de basura, de madrugada o a la luz del día.

Más de un millón de trabajadores van a parar al sector disponible, eufemismo utilizado por el gobierno para nombrar a los cesantes. Medio millón no cuenta con la capacidad natural que exige montar un timbiriche, o tocar  una puerta para brindar un servicio. Y el otro medio millón que se acostumbró durante cincuenta años a vivir del erario público, buscará nuevas fórmulas para seguir llevando alimentos a la casa, sin producir.

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