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'Me violaron por decir ¡abajo Fidel!'
Por primera vez en los más de 50 años de Revolución en Cuba, un preso político se atreve a denunciar públicamente las torturas sexuales sufridas en las prisiones castristas.
Su nombre es José Ángel Luque Álvarez. Tiene 40 años de edad. Es Licenciado en Ciencias Físicas, cinturón negro de judo y fue miembro del equipo nacional de esa disciplina. Nunca llegó a viajar fuera del país por sus ideas políticas.
En estos momentos, lleva casi 50 días en huelga de hambre y ha perdido más de 25 kilos. Reclama poder salir de una pesadilla que comenzó hace ya más de tres años. En 2007 las autoridades le condenaron a más de tres años de prisión por haber dicho "Abajo Fidel".
En Cuba, gritar consignas en contra de Fidel o Raúl Castro representa un delito de desacato a la figura del Comandante en Jefe y está contemplado en el artículo 144 del actual Código Penal cubano.
Tras un periplo por varias prisiones acabó en Villa Marista, el cuartel general del Departamento de Seguridad del Estado -radicado en La Habana- por donde han pasado miles de presos políticos encarcelados por la Revolución durante sus 51 años de historia.
Tortura
Después fue trasladado a la prisión de Arisa, en la provincia de Cienfuegos. Era el 21 de octubre de 2008. Allí conoció al jefe de la prisión, el Mayor Guillermo González Mora. Cuando leyó su expediente le preguntó si había gritado "Abajo Fidel y Abajo la dictadura". Sin dejarle responder, el funcionario le dijo a Luque: "Yo te voy a enseñar a ti lo que es la dictadura".
Subieron a Luque a la celda. Al rato aparecieron varios oficiales y le ordenaron que se quitara la ropa. Le volvieron a amenazar. Los oficiales se fueron y Luque se quedó dormido desnudo en el suelo de la celda.
"Me despertó un dolor en el cuerpo. Cuando recuperé la conciencia, dos oficiales me tenían los dos brazos esposados en cruz a dos tubos. Los oficiales me dijeron si iba a usar ahora contra ellos mi cinturón negro", asegura Luque.
El jefe de la prisión Guillermo González Mora llamó a un oficial llamado Pablo 'El Bembón', un hombre negro muy corpulento. "Me violaron y me dejaron tres días tirado desnudo y sangrando en el suelo de la celda", comenta llorando Luque.
Ya cumplió con su condena
Luque ya ha cumplido la pena por desacato que le impuso el tribunal hace más de tres años. Pero las autoridades cubanas le han denegado la libertad en varias ocasiones. No sabe hasta cuando va a seguir preso. Y nadie le da explicaciones.
El pasado día 9 de agosto, dentro de la prisión de Arisa, escribió en un letrero una denuncia para reclamar la libertad condicional que le corresponde desde hace más de un año. Por esa razón, el jefe de la prisión le envió a una celda de castigo y le amenazó con aumentar un año y medio más su encierro por involucrarse en actividades contrarrevolucionarias. A partir de entonces se declaró en huelga de hambre.
La familia del preso teme por su vida. Llevan semanas sin verle porque está incomunicado pero no pierden la fe de que algún día liberen a Luque Álvarez. Ya debería estar en libertad. Ha cumplido íntegramente su pena y ha pagado caro su delito de desacato. Mientras su salud se deteriora, Luque Álvarez quiere volver a ver la luz del sol.
La esperanza le ayuda a creer que algún día verá a sus torturadores frente a un tribunal. Pero esa es otra historia que tendrá que darse en otra Cuba. Algo que, de momento, no parece posible. Aunque algunos hablen de cambiar los errores de la Revolución, hay otros que sufren sus más locos desvaríos.
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