La "Revolución Pacífica" celebra su 20º aniversario
El 9 de octubre de 1989, más de 70 mil personas salieron a las calles de Leipzig, en el corazón de la antigua Alemania Oriental, para protestar y exigir pacíficamente un cambio democrático. Armados con una enorme pancarta que decía “Wir sind das Volk” (Nosotros somos el pueblo), los germano orientales salieron en masa a las calles, sin armas, amparados únicamente por sus oraciones, recuerda Christian Führer, párroco de la iglesia de San Nicolás, en la que se originó el germen de la “revolución pacífica”.
Oraciones por la paz
Aunque sólo una pequeña minoría de los alemanes del Este se consideraba religiosa, cada vez más personas acudían a las jornadas de oraciones que se realizaban en esta parroquia cada lunes a las 18:00 desde 1982. Con el tiempo, estas jornadas de oración congregaban a más gente, y se convirtieron en una tribuna en la que se podía hablar de muchos temas que en esa época eran considerados tabú.
El 4 de octubre de 1989, unas dos mil personas se reunieron en la Iglesia de San Nicolás para rezar y demandar libertad. El momento parecía el más indicado. El líder soviético Mijail Gorbachov había iniciado los procesos conocidos como Perstroika y Glasnot. Aquel día, periodistas occidentales grababan las manifestaciones, y se pudo observar –por breves segundos- una pancarta en la que se leía “por un país abierto y de gente libre”.
Aunque la Stasi (policía secreta del régimen comunista) reprimió duramente las manifestaciones -cientos fueron detenidos y sus nombres posteriormente publicados- el mensaje había sido transmitido a todo el mundo.
El 7 de octubre, la RDA celebró con un impresionante desfile de corte comunista (participaron unas 200 mil personas) el 40 aniversario de su creación. Intentando demostrar la solidez y el poder que el Partido Socialista Unificado de Alemania aseguraba aún tener, aunque para nadie era un secreto que los alemanes orientales huían cada vez en mayor número a través de las fronteras con Polonia y Checoslovaquia con dirección a Hungría que había decidido abrir sus fronteras con Austria, convirtiéndose en el corredor a través del cual los alemanes orientales buscaban llegar a Alemania Occidental.
Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift: Miles de personas salieron a las calles para exigir libertad y democracia.
“Nosotros somos el pueblo”
El 9 de octubre, unas 70 mil personas en Leipzig se unieron pacíficamente a una de las manifestaciones contra el gobierno, a pesar de que la RDA había anunciado que defendería el socialismo recurriendo a las armas si era necesario. El párroco Führer recuerda que instó a la población a manifestarse pacíficamente, porque estaba informado de lo que podría hacer la Stasi. “Desde las primeras horas instamos a la población a evitar recurrir a la violencia y a participar de las oraciones por la paz, que se realizaron en otras iglesias también por falta de espacio en la de San Nicolás”, dice.
Una de los manifestantes, Irmtraut Hollitzer recuerda: “La policía esperaba unos 25 mil manifestantes. Creo que si sólo hubiera llegado esa cantidad de gente habrían disparado”. Posteriormente, un ex dirigente de la RDA recordó que estaban preparados para todo, menos para rezos y velas. Por ello, abrumados por los hechos, la orden de disparar nunca se dio.
Después de esta manifestación a la población le quedó claro que el sistema, que acababa de cumplir 40 años, no podría resistir mucho tiempo más. Días más tarde Erich Honecker dimitió como Jefe de Estado de la RDA, y medio millón de berlineses del Este salieron a celebrar a la céntrica plaza Alexanderplatz. Tras esta renuncia, los acontecimientos se aceleraron. Un mes después cayó el Muro de Berlín y con él el Telón de Acero que durante casi medio siglo dividió al continente europeo.
El pueblo tomas las calles nuevamente
Para recordar que el Muro de Berlín cayó sin balas ni tanques, la ciudad de Leipzig, capital del estado federado de Sajonia, se prepara para conmemorar este acontecimiento. Se espera que cientos de ciudadanos portando una vela encendida, recorran unos 2 kilómetros desde el centro de Leipzig que se convertirá en una “Fiesta de Luces” en la que también habrá conciertos de música popular (prohibida durante la dictadura comunista) y 20 puntos especiales, donde renombrados artistas expondrán su interpretación personal de los hechos.
Autor: Gustavo Mendoza/dpa
Editor: Enrique López
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