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domingo, 31 de enero de 2010

CAROL THATCHER. La Hija de La Dama de Hierro Explora a Cuba en Bicicleta (Español)

¡Viva la Revolución del cordón ! El

CAROL THATCHER

explora Cuba empobrecida en bici


Traducción hecha en la REd Automática

Pues van las escaseces, era apenas probable traer uno de los regímenes comunistas pasados del mundo a sus rodillas, pero puede ser que le haga tropiezo un poco.
A medio camino, con un viaje de ciclo de Cuba, una de mi grupo anunció precipitadamente una necesidad desesperada de cordones. Era seguramente simplemente una cuestión de comprar un par. No tan. Por horas peinamos las calles de La Habana pero de cada contador vino la misma contestación: ningunos cordones.
Era, de su pequeña manera, un ejemplo de cómo una economía de comando fallará siempre. Claramente, el ministerio central cubano de la producción de la cerradura del calzado había descuidado satisfacer su plan quinquenal.
Villancico Thatcher en el cuadrado de la revolución de La Habana
Camino revolucionario: Villancico Thatcher en el cuadrado de la revolución de La Habana con el monumento del labrado-hierro a Che Guevera en el fondo
La crisis del cordón hace una maravilla cómo los cubanos van alrededor sus vidas de cada día sin esto más básico de artículos. La respuesta es que hacen hacen y reparan, como hacen con casi cada escasez en un país dificultado por un embargo comercial americano y la pérdida de sus tesoreros soviéticos anteriores.
Mire de cerca esos coches americanos caramelo-coloreados vistos en las postales cubanas. Los Pontiacs y el Buicks pueden parecer tan grandiosos como el día que fueron importados en los años '50, pero son los moho-cubos ingenioso remendados-para arriba que enviarían a mecánicos británicos en choque agudo.
Los motores y mayores partes se han tomado de otros modelos; la carrocería es principalmente Polyfilla y pegamento. De hecho, estaban B&Q nunca para abrir un superstore en La Habana, sus pegamentos que las ofrendas serían despejadas hacia fuera en el plazo de 30 minutos así que afilados son los cubanos en cualquier cosa que pegará su parte posterior de la infraestructura que desmenuza junto.
Decidía tomar un viaje de ciclo alrededor de Cuba para disfrutar de una clase de nostalgia torcida. Es más de 20 años puesto que la caída del muro de Berlín, un acontecimiento precipitado por mi reunión famosa de Margaret Thatcher de la madre con el líder soviético Mikhail Gorbachev en 1984.
Recuerdo las palabras de mi padre, Denis: “Cuando uno no dice que era historia en la fabricación, pero realicé que éste era algo bastante especial.” Mi madre lo puso más simplemente. “Esto es un hombre que puedo hacer negocio con,” ella dijo de Gorbachev.
Desde entonces, las cosas han cambiado. Los déspotas comunistas pasados de moda, una vez que los nombres muy conocidos, son algo finos ahora en la tierra. Si pasamos por alto el capitalismo híbrido de China, hay realmente solamente Fidel Castro semi-jubilado y Kim Jong Il extravagantemente de Corea del Norte dejados. Casi son especies en peligro.
Éste no es sugerir que Cuba sufre cualquier cosa como la desesperación del otro mundo de Corea del Norte. Lejos de él. Solamente el visitante terminal empedernido podría no poder sentir una pequeña nota del éxtasis. Éste es seguramente comunismo con una cara asoleada.
Los cuadrados coloniales españoles restaurados en La Habana vieja eran magníficos con sus fachadas, columnas y arcos de piedra hermosos. Jazz tintineado fuera de los clubs y de los restaurantes.
Pero la empresa más allá de esto y de usted considerará la arquitectura que sería condenada inmediatamente por incluso el más ocasional de los oficiales de control ingleses del edificio. Solamente la fe en Fidel pero más pegamento previenen su derrumbamiento.
Estas dos imágenes - cheek-by-jowl perfección y abandono raquítico - son monumentos gemelos a 51 años de comunismo fallado. Pero son también un monumento a 51 años de política exterior fallada del americano. Fidel y su hermano Raúl, que asumieron el control como presidente en 2008, han visto a diez presidentes americanos venir e ir.
Reunión de Margaret Thatcher con Mikhail Gorbachev en 1984
Fabricación de historia: Reunión famosa de Margaret Thatcher con Mikhail Gorbachev en 1984
Washington ha alcanzado el contrario de su intención. Algo que Cuba en la sumisión, el embargo comercial implacable ha sostenido el apretón en energía del régimen comunista. La resistencia ha sido una cuestión de orgullo nacional. Los cubanos no pueden tener ningún cordón, pero eso no significa que él no puede hacer frente a Washington.
Es duro aceptar que en un cierto punto en los últimos 50 años, un político americano no habría podido decir Fidel o a Raúl Castro: “No aprobamos de comunismo, sino que nos preparan para trabajar con usted.”
Pues reflexionaba la resistencia del Castros, sin embargo, tuve que pararme que caía bajo encanto de Cuba. Era la hija de la mujer que ayudó a derribar la Unión Soviética. No podría permitirme seguramente que seduzca un olorcillo del humo del cigarro y de una poca solidaridad revolucionaria.
Después de todo, me criaron en un hogar donde nunca estaba necesario preguntar a sus padres lo que llamó esta cosa de desconcierto “comunismo” estaba realmente. Hacia adelante me de la horquilla han inculcado con una suspicacia de todas las cosas marxistas. Momia no sólo opuesta al comunismo en los argumentos ideológicos, ella también sentía que una dictadura de la todo-envoltura socavó el alcohol humano, el esfuerzo que erosionaba y la imaginación.
Parece ciertamente significar escaseces - y no apenas de cordones. La gente subió a mí que pedía crema dental, como si fuera una versión individual de cargadores pedalling.
Tan mientras que los carteles de Fidel que celebran el 51.o aniversario de la revolución adornan las ventanas de nuevos boutiques brillantes en La Habana vieja, los cubanos no tienen una esperanza de hacer compras en ellos.
La revolución de Fidel simple-ha producido un diverso sistema de ricos y de pobres - los dirigentes del partido y los turistas ricos en un lado, el resto de Cuba en el otro. Cada uno aquí covets un trabajo en un hotel internacional. Proporciona un gusto de cómo vive el resto del mundo occidental - y lleva a cabo hacia fuera la perspectiva de extremidades.
Las toallas se doblan en intrincado origami-como esculturas, con el refrán atado las pequeñas tarjetas: “Espero que usted disfrute de su estancia, con recuerdos de su camarera amistosa, Juanita.”
Trabajó. Encontré una contestación de Kurt y de Helga, los inquilinos anteriores de mi sitio, agradeciendo profusamente Juanita por su obra. No estoy seguro si le dejaron alguna moneda fuerte preciosa, aunque.
La muchacha en la barra de la piscina del hotel miraba mi reloj plástico del diseñador con tal mirada del anhelo que le di ella, y di algunos de mis zapatos a las camareras.
Nos trataron generalmente con respeto, particularmente en el capital-A veces, fuera de La Habana, nosotros fuimos tratados con menos respecto. “Cuál es su número de habitación?” una mujer raspó en mí una mañana, más de la manera de un policía secreto que un empleado del hotel a cargo de la comida fría del desayuno.
Estrella del cabaret de La Habana
Alcohol del carnaval: Una de las estrellas atractivas del cabaret de La Habana
Y había una ocasión, en La Habana, cuando decidía conseguir algunas fotos en la extensión concreta extensa que es la plaza de la Revolucion. Esperaba conseguir un broche de presión tomado por uno de mi 15 grupos de ciclo fuertes que hacían una pausa una imagen del labrado-hierro del héroe revolucionario Che Guevara.
Para acelerar cosas, monté mi bicicleta para cruzar el cuadrado que se parará solamente por un policía. “Usted puede empujar su bici en el cuadrado,” él explicó, claramente disfrutando con la clase de autoridad burocrática conferida a operarios de menor importancia en dictaduras, “pero a le no se permite montarla.”
Con esa clase de actitud, pensé, es duro imaginarse cómo Guevara y Castro manejaron derrocar al gobierno de Batista en 1959.
Che es su compañero constante en cualquier viaje a Cuba. Su imagen es por todas partes-más tan que Fidel mismo. Tal era su presencia que nuestro viaje fue doblado en la bici del YER con Che.
La fotografía icónica (boina inclinada, mirada lejana) de él admitido 1960 por Alberto Korda era una de las imágenes reproducidas del último siglo. En La Habana vieja, las postales de playas, de palmeras, del ron y de las vistas llevaron la segunda facturación los estantes de las fotos blancos y negros de Che que fumaban un cigarro, o de Che que se colocaba junto a Fidel.
Sería duro nombrar un actor de cine, un actor o a un político cuya imagen tiene así que aguantado, que es impar. Che puede masterminded la revolución con Castro, pero absolutamente lo tiraron en Bolivia en 1967. Cuál es más, él no era incluso cubano: él nació en la Argentina.
Pero Cuba lanza para arriba muchas incongruencias. Mientras que esperamos en los semáforos en La Habana antes de comenzar nuestro viaje de 150 millas, un autobús bendy dibujó junto a mí. Momentáneamente, me preguntaba si alcalde Boris Johnson vendía a los monstruos que los londinenses aman odiar al capital de Castro, pero vinieran al parecer de China y de algunas repúblicas soviéticas anteriores.
No obstante, necesidad cubana de los viajeros toda la ayuda que pueden conseguir - apenas el conseguir alrededor fuera de las ciudades principales es un desafío. En un hotel permanecía en en Varadero, un complejo playero 90 millas al este de La Habana, personal tengo que levantarse sobre las horas tempranas para hacer autostop para trabajar. No hay otra manera.
Al oeste, alrededor de Vinales, una de las superficies crecientes del tabaco más fértil, los carros turísticos de lujo lleva a los carros traídos por caballo básicos. Proporcionan un modo de transporte pragmático y esencial. Una vez más el pegamento y una poca secuencia se utilizan probablemente para sostenerlos juntos.
Se prohíbe casi toda la empresa privada. Todo el producto de granja se debe vender al gobierno a las tarifas espantoso bajas. Sin embargo, manejamos probar el jugo recientemente exprimido de la caña de azúcar de un quiosco del borde de la carretera.
La vida en el campo atestiguado de nuestro itinerario biking relaxed era lenta y, a un londinense, terrible tranquilidad. Extrañamente, una de las cosas que falté la mayoría era vallas publicitarias publicitarias occidentales.
Los únicos sonidos serían a menudo voz de un granjero que engatusa sus bueyes para tirar de un arado sobre su campo. Las cabras y los pollos de itinerancia, unconstrained por las cercas o las consideraciones de la propiedad, agregaron un nuevo significado a la frase “gama libre”.
Un día a un chaval joven, lazo alcanzó a nuestro grupo en el listo, persiguiendo un boletín. El animal dobló detrás y parecía acecharnos. Finalmente roped adentro y nos relajamos. Tengo gusto de ser una cerca fuerte lejos de un sistema de cuernos viciosos, pero ésta era Cuba.
Incluso completamos un ciclo a lo largo de un estiramiento de la autopista principal de Cuba, que era tan desprovista de tráfico esa cebolla que los vendedores ofrecieron su producto del carril rápido, mientras que fueron los caballos y los carros la manera incorrecta abajo del hombro duro.
Los aficionados dicen que el tabaco cubano es el mejor en el mundo. Los barones del tabaco que huían de la revolución tomaron sus semillas preciosas con ellas, y plantado y consolidado les en las islas caribeñas vecinas tales como la República Dominicana, pero no pudieron replegar la calidad.
No sabía nada de cigarros cuando fui a La Habana más allá de recordar que cuando la momia era primer ministro, ella compró una caja de ellos la cada Navidad para su escritor de discursos, el dramaturgo Ronnie Millar.
Para aprender más, ensamblé un viaje de la fábrica del cigarro de Partagas en La Habana. Los trabajadores, dos tercios de quién son mujeres, hacen un curso de nueve meses para aprender cómo resultar 120 cigarros sobre ocho horas.
Era el tabaco y el azúcar que hicieron las generaciones de cubanos enorme ricas en los siglos antes de la revolución. Es todavía posible coger una ojeada de la extravagancia de días prerevolutionary, y de la maravilla qué pudo haber sido Castro tenido no tenido su manera.
El hotel Xanadu en Varadero, construido en 1928 por la dinastía americana de Du Pont como mansión privada suntuosa, tiene una visión magnífica a través de los estrechos de la Florida de la barra y de la terraza del tercero-piso. Ahora es un lugar en donde las huéspedes pueden comer la langosta debajo de techos de caoba tallados de la considerable grandeza.
Los tiempos son considerablemente más resistentes para los cubanos modernos, pero vi a nadie que tenía visiblemente hambre. La salud y la educación se cuentan para ser buenas, y, caminando detrás de un club de jazz de La Habana sobre las horas tempranas, sentía más seguro que en los otros capitales o, de hecho, Londres del Caribe. , Sin embargo, no recomendaría el usar de los altos talones - los agujeros son mortales.
La mayoría de los cubanos que nos encontramos no eran callados de la manera que la población temerosa de la Alemania Oriental y de Rusia era cuando visité Europa Oriental en los años ochenta tempranos. Ni era la gente resentida del alimento y de las instalaciones superiores disfrutados en hoteles turísticos. La gran mayoría era amistosa y habladora.
Pedir que los cubanos se ofrezcan voluntariamente sus opiniones sobre políticas, sin embargo, viene con riesgos. Las palmeras, los cocteles de ron y la sol no pueden disfrazar el comunismo frío del dominio conserva en sus ciudadanos. Todavía obligan a los vecinos a espiar en uno a. Voluminoso Stasi-como archivos se guardan en cualquier persona sospechoso de la subversión. Encarcelan se intimidan a los disidentes, los periodistas antigubernamentales.
La gente era feliz de hablar hacia fuera en alabanza de su país sin embargo, o de denunci a sus enemigos. Un taxista dijo que los cubanos están enojados que su país está mencionado en varias ocasiones en las noticias como el sitio de un campo de prisioneros del terrorista. De hecho, la bahía de Guantánamo se ha arrendado a Washington desde 1903, pero el gobierno de Cuba rechaza cobrar los cheques de alquiler.
Otro conductor me dijo que él odió americanos. Ésa no parecía ser una visión compartida por los muchos bailarines jovenes apuestos y enérgios en el club nocturno en donde él me cayó. Eran casi toda la ropa y zapatos de diseñador que usaban de los Estados Unidos. La admiración de cosas en el otro lado de los estrechos de la Florida extiende a otros pasatiempos, también. Obsesionan a muchos cubanos con béisbol.
Hablando con mi grupo sobre la crisis cubana del misil de 1962, dije que era mi opinión que cuando fue el presidente John F. Kennedy y líder soviético Nikita Khrushchev de los E.E.U.U. globo del ojo-a-globo del ojo, él era Khrushchev que centelló, así evitando guerra nuclear - algo el mundo debe ser agradecida para.
En ese punto un cubano interrumpido. “Todavía nos duele que este reparto fue hecho entre Khrushchev y Kennedy sobre la cabeza de Fidel,” que él dijo con una cierta pasión. “Nos privó de una tarjeta de negociación.”
¿Para qué, pedí? “Para salir los americanos fuera de Guantánamo ladran.”
Los cubanos, parece, ve que la historia con una diversa prisma y debe tener cuidado. Cenando en un restaurante con el pueblo británico, era bastante indiscreto indicar que no era un miembro al día en pago del club de ventilador de Fidel. Uno de nuestro grupo lo sentía necesario disculparse en nombre mi a los cubanos en la tabla siguiente.
¿Cuba abondonará nunca comunismo? Hace un año, Barack Obama indicó su intención de cerrar la bahía de Guantánamo. Él no tiene. Una mañana, como me preparaba para otro día que completaba un ciclo, un boletín de la TV divulgó una declaración fuertemente redactada de Raúl Castro en quien él alegó que el gobierno de Obama intentaba minar el régimen de Cuba.
No detecto ninguna acometida para el cambio en Cuba. Hay poca muestra de una generación más joven en el régimen, o una figura de Gorbachev que empuja para la reforma. Obama aparece tener una bandeja llenada de más ediciones acuciantes, y, incluso si él quiso negociar, el pasillo cubano de gran alcance en los Estados Unidos se opondría a cualquier compromiso. Obama puede ser el 11mo presidente a no poder hacer negocio con Cuba.
Ese haber dicho, el muro de Berlín bajó repentinamente. El inesperado puede suceder; apenas toma un catalizador.
Donde la discusión política no ha podido derribar comunismo en Cuba, la ropa, el deporte y el turismo de diseñador acaban de poder. O quizás la vida sin los cordones rotura día el alcohol revolucionario.

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