Páginas

domingo, 20 de diciembre de 2009

El muro de la desvergüenza

El muro de la desvergüenza

el-muro
Miedo, mucho miedo ha de tener un desgobierno que pretende silenciar por la fuerza de la represión las acciones cívicas de los desgobernados. Ningún cubano decente puede justificar el despojo de que han sido víctimas Karina y su familia cuando en el día 15 de este diciembre inquieto les fue intervenido y expropiado el patio de su casa, en la ciudad de Pinar del Río, y –para consagrar la conjura oficial- las autoridades hicieron construir allí un muro de bloques. Un día y una noche habrían de bastar para levantar la tapia de afrenta al civismo: el castigo de odio a la revista digital Convivencia y a su valiente equipo de animadores que le dan aliento junto al incansable Dagoberto Valdés; el precio del ejercicio de la libertad en la Isla-Prisión. El patio de Karina era demasiado para los censores de siempre: era colmena, escuela, refugio de amigos, taller de cívica, levadura.
Todo el día y la noche de intenso bregar, un derroche de recursos, de esfuerzos y de ciega soberbia tratando de contener lo incontenible, el muro es apenas una expresión de la impotencia atrincherada en los sombríos cuarteles. Acaso porque el régimen y sus servidores no pueden entender que las voluntades auténticas no se destruyen por más paredes que levanten a su alrededor. Pese a todo, Convivencia seguirá saliendo.
Si yo fuese más compasiva quizás hasta sentiría pena por la casta verde olivo y su jauría: tan débiles en su hierática fuerza que no pueden soportar la existencia de cubanos con pensamiento independiente. ¿Acaso creen que un muro los protegerá del porvenir? ¿Podrán detener u ocultar con una simple pared el ejemplo de vergüenza ciudadana que ha comenzado a brotar espontáneo y esperanzado cuando todo parecía más oscuro? Más les valdría ahorrar materiales y energías; pudiera llegar el día en que sientan necesidad de alzar un larguísimo muro en torno a toda la Isla… O mejor aún, con una economía en total bancarrota, quizás debieran erigirlo solo en torno a sus palacios de invierno.
Foto tomada de Generación Y.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Escriba aqui su comentario y respete las normas y la ortografía. Gracias