Actualizado Miércoles , 25-11-09 a las 11 : 47
En los últimos años la sociedad ha tomado conciencia del grave problema que la violencia doméstica, ejercida por el hombre sobre la mujer, constituye. Año tras año, estadísticas terribles, con decenas de mujeres muertas a manos de sus parejas, sacuden a la opinión pública y centran en el debate en esta lacra, que desde los gobiernos Zapatero se ha intentado atajar a través de la creación de un departamento ministerial específico, el Ministerio de Igualdad que dirige Bibiana Aído, y una ambiciosa Ley Integral contra la Violencia de Género.
Pese a todos los esfuerzos, el fenómeno persiste y es tal su presencia mediática que silencia otro que, por inoportuno, pasa desapercibido: el de los hombres maltratados, varones que son objeto de denuncias falsas de malos tratos o que reciben de ellas maltrato psicológico o incluso físico. La abogada Mercedes Patón está acostumbrada a tratar con esta problemática, cuya existencia reconocen otros juristas que tienen su día a día profesional en los Juzgados de Violencia contra la Mujer. Patón dice que "la ley sólo protege a la mujer, al hombre se le tiene desamparado" y denuncia que "los jueces en estos temas se la cogen con papel de fumar por temor a que la opinión pública se vuelva en su contra y dictan medidas provisionales siempre excesivas.
La ley auspiciada por el Gobierno socialista buscaba terminar con la sangría de los crímenes machistas, pero está teniendo efectos secundarios perniciosos. Patón, que dirige un despacho de abogados especializado en la defensa de hombres maltratados, afirma que "la ley es buena, pero se está haciendo un uso abusivo de ella". Efectivamente, parece que en esta materia se está implantando una cierta mentalidad inquisitorial. Belén, mujer separada,nos cuenta que fue a la Comisaría a denunciar que su ex pareja le había enviado unos mensajes al móvil insultándola. "El policía que me tomó la denuncia me recomendó que cargara más las tintas, que ahora existía un clima muy propicio a este tipo de denuncias. Yo le dije que sólo quería que constara lo que realmente había ocurrido".
«Si la mujer dice que empezó él, el que va detenido es el hombre»pero hay quien sucumbe a la tentación de presentar una denuncia que, por lo general, suele llevar asociadas unas medidas provisionales muy ventajosas.Fuentes jurídicas explican que en un proceso de separación el juez puede tardar en pronunciarse y no siempre está claro en qué sentido. Si media denuncia por malos tratos, lo normal es que llegue la orden de alejamiento y eso implica necesariamente que el varón abandone el domicilio familiar. La abogada Patón se lamenta de que muchos de sus compañeros de profesión son conscientes de estos mecanismos y no dudan en recurrir a ellos. Con todo, al parecer esta no es una tendencia exclusiva de los letrados. "Los abogados y los jueces tenemos mucha culpa de lo que está pasando".
Sin embargo, no son las denuncias falsas la única forma de maltratar a un hombre. "Muchos sufren maltrato psicológico o incluso arañazos y golpes, pero les da vergüenza que se sepa que su mujer les pega. Además, si se animan a ir a la Policía, allí les dicen que se lo piensen bien antes de denunciar porque si la mujer dice que empezó él, el que va detenido es el hombre".
No eran pocos los juristas que dudaron cuando se aprobó la Ley Integral de Medidas para la Protección Contra la Violencia de Género de su viabilidad y constitucionalidad, cuestión esta sobre la que ya se pronunció favorablemente el Tribunal Constitucional. Ahora que el Gobierno ha anunciado su intención de reformarla, de nuevo se han alzado voces críticas, como la del juez de Familia sevillano Fernando Serrano, que vaticina nada menos que "un holocausto" si se endurece la norma.
El debate está servido. ¿Cómo proteger a las mujeres y castigar a los maltratadores sin llevarse por delante todo los derechos de aquellos a quienes aún ampara la presunción de inocencia?
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