12 noviembre, 2012
Norelys Morales Aguilera – Blog Isla mía - Frente al continuo silenciamiento por parte de los medios transnacionales del accionar de la inmensa mayoría del pueblo cubano, una pequeña minoría generosamente subvencionada desde el exterior alimenta la campaña constante a que es sometida la Isla.
Twitter es un medio eficaz a tal realidad para ser usado por agencias y sitios web, pero no es gratis. Se calcula que los contrarrevolucionarios han gastado cerca de un millón de dólares hasta la fecha y solo en 2011 enviaron un total de 86 533 mensajes, con unos 237 twets diarios desde celulares cargados en Miami y agencias de EE.UU. [1]
Los que más tuitearon, de un núcleo fundamental de 66 usuarios fueron Orlando Luis Pardo Lazo, Yoani Sánchez, Ernesto Vera Rodríguez y José Daniel Ferrer García, con 4198, 3976, 3106 y 1878, respectivamente, citados profusamente por medios y blogueros contrarrevolucionarios.
Los hashtags empleados desde Cuba y el extranjero fueron: #Cuba, #GY, #DDHH y #OZT con 11 667, 3134, 959 y 800, respectivamente. Lo que evidencia un diseño y una intencionalidad en el contenido de los mensajes.
Es fácil percatarse de la dependencia de las orientaciones de la SINA y a sus financistas en el exterior, asentados fundamentalmente en Estados Unidos, España y algunas ciudades europeas, por su agresividad en el discurso dirigido a la destrucción de la Revolución Cubana o la promoción de un cambio inmediato de sistema, sin que falten los llamamientos a la desobediencia civil.
En todos ellos prima, sistemáticamente el recurrente tema de violación de los derechos humanos, falta de libertad de expresión y la acusación al gobierno cubano por desarrollar una fuerte represión dentro de Cuba.
Entre las temáticas más abordadas, se encuentran:
● La falsa muerte cerebral de Fidel, al que han "asesinado" en seis oportunidades en Twitter.
● Críticas al modelo socialista en Cuba, presentándolo como anacrónico y sin perspectivas, a la par que exaltan las bondades de la época pre revolucionaria y del capitalismo en general.
● Una fuerte satanización de los principales dirigentes de la Revolución, particularmente de Fidel y Raúl, presentándolos como responsables del supuesto fracaso del modelo socialista cubano, así como violadores de los derechos humanos, ejecutores de un fuerte terrorismo de estado, alentadores de la subversión en otras naciones y de la corrupción dentro del país. Asimismo, destacan sus vínculos con el terrorismo internacional y el narcotráfico. Se ha enfatizado la aceptación de la prostitución infantil y un supuesto tráfico de personas.
● Presentan al Partido como una organización radical y excluyente, cuya orientación política e ideológica no es compartida por la mayoría de los cubanos, exigiendo la salida del poder de sus dirigentes y la convocatoria a elecciones multipartidistas.
● Aluden a una brecha generacional que separa a la vieja militancia y a la dirección del país de las nuevas generaciones.
● Ofrecen un panorama de desencanto social entre los cubanos y preocupación sobre el futuro. En este sentido se manejan diversas deserciones ocurridos en los últimos tiempos.
El uso del ciberespacio para promover la contrarrevolución cubana es ampliamente debatido y planificado por las distintas agencias e instituciones norteamericanas que promueven la subversión en Cuba. [2]
Una de estas es la Fundación Nacional para la Democracia (NED, por sus siglas en inglés). En su estrategia han plasmado que la institución apoyaría el acceso a Internet en los "países autoritarios".
Asimismo, reconoce que en el pasado la NED había facilitado a sus "receptores de ayuda" el acceso a las últimas tecnologías de las comunicaciones, permitiéndoles que hicieran un "uso creativo" de la Internet, los correos electrónicos y la mensajería de textos. Todo sin olvidar métodos más antiguos como videos y CD´s.
Proponía además facilitar mayor comunicación e interacción entre los grupos contrarrevolucionarios, a través del uso creciente de la Internet y los teléfonos celulares.
En junio de este año trascendió el aumento en los fondos de tecnología para Cuba con $20 millones aprobados para los programas por la democracia en Cuba durante el año fiscal que terminó el 30 de septiembre.[3]
El dinero fue administrado por tres entidades del Departamento de Estado: la Oficina de Latinoamérica y el Caribe (LAC) de la USAID; la Oficina de la Democracia, los Derechos Humanos y el Trabajo (DRL); y Asuntos del Hemisferio Occidental (WHA).
Los datos apuntados sobre Twitter son la expresión de la labor subversiva del gobierno de Estados Unidos mediante sus empleados en la Isla.
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