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sábado, 16 de junio de 2012

"Pelea del Siglo” entre Chávez y Capriles

Thaelman Urgelles en El Nacional anuncia la “Pelea del Siglo” entre Chávez y Capriles « CHEQUEANDO IDEAS…

EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO

“Pelea del Siglo” entre Chávez y Capriles

El cineasta dice que Henrique Capriles apela a la misma estrategia de Cassius Clay: flota como una mariposa y baila a su contendor. El ex dirigente de la Causa R dice que Chávez puede hacer como Sony Liston: retirarse en el séptimo asalto. “Ésta será la pelea del siglo”, aseguró.
Thaelman Urgelles fue inoculado con el virus del comunismo desde que estaba en el vientre. Sus padres militaron primero en Acción Democrática ­se conocieron porque los presentó Rómulo Betancourt­ y luego emigraron a las filas del Partido Comunista de Venezuela. Su nombre, además, evoca al del jefe de los comunistas alemanes, Ernst Thaelman, apresado por la Gestapo y luego pasado por las armas por órdenes de Hitler. Nacido en Barquisimeto, para Urgelles era común ver en su casa a un dirigente de la talla de Argimiro Gabaldón o a un adolescente llamado Pablo Medina, todos enrolados en la causa insurreccional. La palabra clandestinidad formaba parte de su diccionario familiar. Militó en la Juventud Comunista. Y soñó, como muchos de su generación, con la utopía roja. Pero la invasión de Checoslovaquia, en 1968, lo puso a dudar. Conoció entonces a Alfredo Maneiro: se convirtió en uno de los fundadores de lo que más tarde sería la Causa R.
Sus tres pasiones son la política, el cine ­su película La boda obtuvo gran resonancia en los ochenta­ y el deporte. Urgelles habla con gran ímpetu: es un gladiador de las palabras.
Usted dice que Capriles deberá librar “la pelea del siglo” contra Chávez. Y recurre a una metáfora: el combate entre Cassius Clay y Sony Liston. ¿Por qué le vino esa imagen boxística a la mente?
-Cuando se planteó la pelea de Sony Liston contra Cassius Clay, todo el mundo decía: “Sony Liston lo va a masacrar”
Liston tenía fama de matahombres. Algo parecido a lo que dijo Chávez de Capriles: “¡Te voy a pulverizar, majunche!”. Chávez trata de adelantar una estrategia que inventó Clay, porque éste también se las traía con sus palabras.
Liston era un hombre callado.
Clay, en cambio, le decía “Tío Tom”, que era el insulto más grande que se le podía asestar a un negro en Estados Unidos en aquellos años sesenta, por La cabaña del tío Tom , la novela clásica estadounidense que cuenta que mientras los negros se fugaban el tío Tom era el esclavo fiel a sus dueños. Pero, en todo caso, era Liston el que lucía como el fuerte. Liston lo buscaba y Clay lo bailaba…
Capriles ha bailado a Chávez, pero de golpe se va a parar y ¡pum!… Chávez no lo vio venir.
Chávez lo habrá visto venir en estos últimos tres meses.
Chávez tiene tres cosas que no tenía Clay: la chequera, la persuasión y el poder
-Tiene sólo dos: la chequera y el poder. La persuasión la ha perdido. La chequera es importante: compra muchos votos. Pero ellos son muy ineficientes para regalar la plata. Eso mismo hizo Diosdado Cabello cuando competía para la Gobernación de Miranda. La persuasión está de parte de Capriles. Alguien puso un tweet que decía: “Chávez está peleando ahorita contra el Chávez del 98″. En este momento, el Chávez de 1998 es Capriles. El tipo que trae una esperanza. El tipo joven.
Y Chávez está desgastado, está enfermo, no se puede ocupar tanto de la campaña, pero, sobre todo, está desgastado. Capriles de aquí a los próximos siete meses se puede convertir en un coloso, en un titán.
Usted recuerda que Liston no salió para el séptimo asalto
-Liston tiraba golpes y tiraba golpes y Clay, como él mismo solía decir, flotaba como una mariposa y picaba como una abeja. Él andaba flotando y de pronto ¡pácata! Fueron seis o siete golpes, muy fuertes, a lo largo de seis rounds.
Chávez insulta a Capriles, y Capriles no lo menciona. Eso, metafóricamente, es flotar como una mariposa. Sí, aquí puede ocurrir que Chávez, como le pasó a Liston, no salga para el séptimo round. Chávez se puede retirar bajo el argumento de que está enfermo.
Y ellos tienen suficiente poder para postergar las elecciones mientras levantan otra figura.
La Constitución es muy clara, pero ¿cuántas veces no se han saltado ellos la Constitución? Ésta es la pelea del siglo porque si nosotros perdemos esta batalla nos jodimos.
El Presidente asegura que él será el candidato. ¿No resulta muy arriesgado para el chavismo?
-Ciertamente, el hecho de que el Presidente insista en que él está listo para ser el candidato del PSUV coloca a esta organización en una posición de creciente debilidad ante las elecciones. Las revoluciones se ven a sí mismas como irreversibles. Los gobiernos democráticos aceptan que tienen fecha de vencimiento. En cambio, Chávez, y quienes llegaron con él al poder lo hicieron para siempre. Es eso lo que le confiere a esta situación un carácter de drama. Un drama que irá deviniendo en tragedia a medida que pasen los meses sin que Chávez ofrezca una solución en la forma de abdicar de la candidatura y elegir a un reemplazante. Me atrevo a vaticinar que Chávez ya tiene esa solución y no la anuncia ahora por juzgar prematuro el momento.
¿Cuál sería la solución?
-Chávez intenta imponerle al PSUV otro de sus caprichos personales: presentar a su hija de 32 años de edad, María Gabriela, como candidata en reemplazo suyo. Pero como ello debe despertar muchas lógicas resistencias en las cúpulas chavistas tanto civiles como militares , y seguramente en el país todo, entonces él le da largas al asunto para esperar un tiempo más cercano a las elecciones, cuando no exista otra alternativa que aceptar sin discusión lo que él diga. Él apelará al sentimiento de simpatía que tendrá en la base chavista a causa de su impedimento físico o eventual agonía vital.
¿Por qué al chavismo le cuesta tanto ventilar el tema de una eventual sucesión presidencial?
-Por una razón sencilla: Chávez es el único pegamento que unifica a los dirigentes del PSUV y a sus correlatos militares. El mismo Jaua lo expresó entre líneas en su declaración de amistad a Diosdado, en la Asamblea Nacional: “Somos compañeros en la lealtad a Chávez”. Lo demás es agregado floral para la galería. Así, ante la perspectiva de que el líder único no esté, el partido no tiene un método para decidir por sí mismo la sucesión sin caerse a dentelladas. Creo que le será fácil a Chávez imponerles su capricho hereditario.
¿Puede sostenerse ­históricamente­ una revolución que orbita alrededor de un solo hombre?
-Todas las revoluciones presentan el mismo problema: el poder termina concentrado en una sola persona. La mayoría trae ese caudillismo desde su origen, como en los casos de Hitler, Mussolini, Castro, Mao, Tito y Chávez en nuestro país.
Todas ellas se sostuvieron muchos años, incluso luego de la muerte del líder máximo, y ya es moneda de curso legal entre ellas la herencia del poder de padres a hijos o entre hermanos: casos de Corea, Cuba, Siria, y no me cabe duda de que esto será intentado aquí.
¿Esa fórmula dinástica tendría cabida acá?
-Chávez nunca ha podido aplastar a la oposición, cosa que sí ocurrió en aquellos regímenes en los que la “revolución” logró acabar con todo ápice de disidencia. Aun en los períodos más débiles y lamentables de nuestra oposición, ella siempre ha estado viva, a través de las organizaciones políticas o ciudadanas e, incluso, de unos valientes medios de comunicación, sus periodistas y los intelectuales en general. Las tiranías establecidas pueden resolver sin problemas el tema de la sucesión, al interior y en el secreto de sus cúpulas. Pero aquí, donde la oposición se prepara para derrotar electoralmente a la “revolución”, no le será fácil a Chávez y a sus cúpulas solventar la sucesión sin traumas. Porque no cualquier sucesor servirá cabalmente para enfrentar al estupendo candidato de la oposición.
El tema de la sucesión, si llegara a plantearse, luce complejo
-Ellos están ante un problema de muy difícil solución. Por eso existe el temor de que algunos decidan darle un palo a la piñata democrática, algo que tendría muy pocas probabilidades de triunfar. Porque al grueso (cualitativo y cuantitativo) del chavismo, en el fondo, le conviene una transición pacífica a un gobierno de Capriles. Un gobierno que, de llegar y ser reconocido electoralmente, no tendrá mucha libertad para investigarlos, como aspira una mayoría del pueblo opositor. Estoy seguro de que los más melifluos y enriquecidos chavistas ­con José Vicente Rangel a la cabeza­ deben estar alfombrando los puentes hacia el próximo presidente.
¿Quién dejó de ser revolucionario: usted o Chávez?
-Chávez nunca fue revolucionario. Los recursos de la democracia burguesa le permitieron ir horadando nuestro sistema de libertades. Pero también ha pagado el precio de que no pudo instaurar nada. Fidel Castro fusiló a 1.000 personas en 2 meses. Esa es una revolución en serio, de las peores. Castro descubrió que los comunistas se quedan en el poder hasta que se mueren.
Y nadie se los reclama porque están cumpliendo una misión histórica. Chávez se ha agarrado de todo. Yo no sé qué es Chávez. La ideología de este gobierno es Alí Primera, ni marxismo ni un carajo. Es una vaina sentimental, los techos de cartón, toda una cantidad de imágenes que concitan la emoción. Como me preguntaste, digo: ¡Yo no sigo siendo revolucionario nada!
Gloria Bastidas / El Nacional

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